La Fisioterapia es una disciplina de la salud que ofrece una ruta terapéutica para ayudar a afrontar las causas y paliar los síntomas de múltiples dolencias físicas agudas y crónicas.
Para mí, la fisioterapia va más allá, comporta ciencia y arte para aplicar los tratamientos, más que una forma de tratar es una vía de autoconocimiento, en el que entran el ejercicio terapéutico y las terapias manuales. Ayudar a un paciente para que se mitiguen dolores por hernias discales, desequilibrios conductuales y posturales, contracturas o lesiones deportivas, es todo un reto. La gran diferencia cabe en comprender al paciente como un ser complejo, en el que están involucradas su forma de ver el mundo, su historia de vida, sus hábitos y conductas, su capacidad para cuidarse, y sus facetas en las que se pueden realizar cambios potentes.
La Osteopatía es una vía terapéutica o conjunto de técnicas manuales que tiene una visión holística de la anatomía y fisiología del cuerpo humano. Mediante avanzadas técnicas osteopáticas: sacrocraneal, miofascial o visceral, se puede conseguir que las estructuras de sostén estén más liberadas y, tanto órganos como músculos, tengan un espacio y disposición adecuados, facilitando el movimiento y la postura idóneos para el cuerpo. Para mí, es imprescindible un enfoque global y personalizado, contemplando todos los detalles que la sintomatología expresa. Una de mis máximas como osteópata es comprometer al paciente en sus propios cuidados, indicando y enseñándole para su mejora y evolución durante el seguimiento del tratamiento en las sesiones.
