El entrenamiento funcional o functional training trabaja movimientos y no músculos concretos. El objetivo es entrenar los movimientos que necesite cada individuo para mejorar sus actividades diarias.
Los ejercicios funcionales entonces, involucran uno o más músculos que se contraen, otros que estabilizan o simplemente mantienen la posición. De alguna manera, este tipo de entrenamiento nos enseña a entender gestos que pueden darnos un buen esquema corporal a la hora de realizar actividades cotidianas o un deporte específico.
Para realizar este tipo de entrenamiento podemos utilizar material convencional, nuestro propio cuerpo u objetos más vanguardistas como superficies inestables, balones, bosus, trampolines, etc.
Las ventajas de este método consisten principalmente en realizar un ejercicio correcto y seguro, de manera que se trata de un punto a favor para la prevención de lesiones, así como la recuperación de las mismas.
Como su trabajo principal se centra en la estabilidad, deberemos trabajar bien la zona central del cuerpo y como consecuencia obtendremos un abdomen fuerte y tonificado además de enderezar la espalda y lograr una buena postura corporal.
Ya que es un entrenamiento adaptado a las necesidades individuales podemos decir que es un tipo de ejercicio apto para todos los públicos, y cómo puedes ver a través de ello, optimizar el cuerpo en líneas generales, tu actividad de la vida diaria, así como un deporte específico puede verse mejorado ampliamente.